Pícaro Digit | "Otoño"
Pícaro Dígit es el sobrenombre fotográfico que utiliza Ramón Sánchez Reyes (1957). Anteriormente firmaba sus trabajos fotográficos como Pícaro exclusivamente, pero desde que se inició la era digital en fotografía acostumbra, con pesar de algunos amigos, a distinguir su trabajos en digital de sus trabajos en fotografía química.
Señala con ello que su pasión por la foto viene de antiguo, desde que hiciera sus primeras fotos hasta que por fin junto con Manuel Cortés Magán se iniciara en la fotografía química allá por el año 82 con el gusano que imprimió pertenecer al equipo de redacción de la entonces revista Wadi-as. En ella, había que hacer de todo, desde redactar, hacer fotos, revelar las mismas, maquetar y por supuesto editar opiniones e informaciones en un espíritu de libertad y apertura a la participación en unos tiempos distintos, ni más ni menos, sin nostalgias.
Desde que pasó por la Escuela de Arte de Guadix para graduarse en cerámica (alfarería), fotografía, diseño y dibujo publicitario o interiorismo no es la primera exposición o muestra que realiza pero si digamos lo es, con un formato convencional o serio como tal y por ello se planteó que alguien que viene del fotoperiodismo bien podía mostrar un punto de vista diferente, distinto y que es una de las máximas que preside los anhelos de cualquier fotógrafo.
La fotografía de naturaleza es una de sus debilidades; por la pasión que lo une al senderismo o la montaña y por ello, presenta una pequeña muestra de las andanzas y correrías cámara en ristre por la comarca accitana. Van a quedar reflejados en esta ocasión una mínima relación de la belleza, la luz y los instantes majestuosos que depara la comarca accitana concentrados en lugares tan plásticos como Jérez del Marquesado, La Rosandrá en Aldeire o el Camarate (Lugros) en el entorno del parque nacional de Sierra Nevada.
Es una muestra de paisaje de la comarca a propósito de la estación del otoño. Ella, sirve de motivo conductor de una serie de 31 obras que se muestran a modo de documento plástico de lo que puede suponer la visión artística, reposada y hasta muy cercana de los paisajes y motivos que se dan en la comarca.
Su hilo conductor no es otro que el goce estético que este tiempo del calendario produce en todos aquellos que tienen el suficiente asiento como para poder admirar y disfrutar de los paisajes, momentos y detalles de una estación que derrama, por su especial luz, unos instantes a los que fotografiar, casi sublimes.
No pretende otra cosa que el disfrute personal y a ello le añade otra de sus pasiones, su faceta didáctica o como suele decir en más de una ocasión, su papel de aprendiz de maestro y por ello; en su afán pedagógico, se ha empeñado en hacer llegar a los visitantes también las características técnicas de la muestra, de las instantáneas tomadas para que se pueda conocer cómo y de qué manera, con qué medios se han realizado.
No se esconde nada y si se anima; puede con toda naturalidad preguntar para que le pueda informar o transmitir de lo poco que pretende saber de fotografía. Deja una brizna del aire, la luz, la tierra, el agua y la magia, del paisaje de la comarca de Guadix. Que lo disfruten...